En esta entrada de nuestro blog, también queremos mostraros algunas de las cosas que un niño con un trastorno generalizado del desarrollo pide, porque... ¿quien sabe más de su forma de ser y de comportarse que un/a niño/a con autismo?
- Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden y no caos
- No te angusties conmigo, porque yo lo noto y me angustio. Respeta mi ritmo “recuerda que soy más lento” y que siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más
- No hables demasiado, ni tampoco muy deprisa. Las palabras para mí son una carga muy pesada y muchas veces no es la mejor forma de comunicarte conmigo
- Me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, como sea, cuando he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlo sin fallos. Cuando cometo muchos errores me ocurre como a ti, me irrito y me desquicio y termino desanimándome
- Necesito más orden que tú, soy un maniático del orden
- Me resulta difícil comprender el porqué de muchas cosas. Ayúdame a entender
- No permitas que me aburra o permanezca inactivo
- No me invadas excesivamente. Las personas somos demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas y muy estimulantes. Respeta mis distancias, pero no me dejes sólo
- Lo que hago no va contra ti. Cuando tengo una rabieta, si me muevo mucho o rompo algo, no estoy intentando hacerte daño. A veces me es difícil entender o hacer lo que me pides
- Mi desarrollo no es absurdo, es difícil de entender
- Muchas de mis alteradas conductas son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser
- Vosotros sois demasiado complicados. Mi mundo no es complejo y cerrado, aunque te parezca extraño mi mundo es tan abierto, sin tapujos y sin mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él
- Tú no tienes que hacerte autista para ayudarme, no me pidas siempre lo mismo, ni me exijas las mismas rutinas. El autista soy yo, no tu
- No sólo soy autista, también soy niño o adolescente. Comparto muchas cosas con vosotros. Quiero a mis padres, me gusta jugar y divertirme y me siento satisfecho cuando las cosas salen bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa
- Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas
- Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa, tampoco los médicos y los profesionales. La idea de culpa no produce más que sufrimientos
- No me pidas repetidamente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer, pero pídeme lo que puedo hacer
- Dame ayuda para ser más autónomo, pero no me ayudes de más
- No tienes que cambiar tu vida completamente por el hecho de vivir con una persona autista. A mí no me sirve de nada que tú estés mal y que te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mí alrededor
- Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Acércate a mí, no te vayas.
- Acéptame como soy. Sé optimista sin hacerte “novelas”. Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación
- Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar
MI VIDA COMO AUTISTA PUEDE SER TAN FELIZ Y SATISFACTORIA COMO LA TUYA "NORMAL".
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